Hace dos años que no te tengo. Hace dos años que te perdí. Hace dos años que quisiera tenerte cerca de mí, más que antes... Odio esta sensación que sentimos todos, esa sensación horrible de entender lo mucho que tenía luego de haberlo perdido. Uno tiene a aferrarse a causas perdidas, uno tiende a creer que todo se solucionará. Pero se puede solucionar (casi) cualquier cosa, menos la muerte.
Yo sé que no te voy a ver nunca más, papá. Lo sé. También sé que me pone mal, de sobremanera, escribirte esto a vos, que no lo leerás, que muchas personas sí lo leerán...
Como un arpón atravesándome de lleno en el corazón, para colmo sueño con vos de manera esporádica, sueño que estás vivo, que tu sonrisa me acompaña adonde voy...
Te extraño viejo, en serio. Mucho.
No puedo seguir..
Chau.
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2 comentarios:
Lamento y me conmueven tus palabras.
Te dejo un beso enorme.
El mundo de los sueños no es una dimensión ajena al yo, es una parte integrante e integral del ser, disfrutable, estimulante, clarificadora. En los sueños somos los múltiples, vivimos y sentimos y nos desplegamos como abanicos, y protagonizamos o somos espectadores alternativa y simultáneamente.
Los muertos en los sueños están vivos. Sueñan junto a nosotros, con nosotros, nos evocan, nos invocan.
En los sueños somos con todos los otros.
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